Escritura Azteca

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viernes, 27 de noviembre de 2015

Comparación entre El mito de Amalivacá y “Los advertidos” (1984) de Alejo Carpentier

El diluvio universal fue un desastre donde el mundo es destruido por una fuerte lluvia que ocasiona una inundación, para luego dar paso al resurgimiento de la tierra, la naturaleza y la humanidad. Este acontecimiento ha sido relatado por diversas culturas y mitologías a lo largo del tiempo, muchas etnias indígenas lo explican a través de sus propias historias, entre esas los indios tamanacos con el “mito de Amalivacá” y Alejo Carpentier le da su propia interpretación con su cuento “Los advertidos” que se basa en el mito original.

El diluvio es visto como una forma de renacimiento de la tierra, la destrucción de todo lo que vive sobre la tierra, a excepción de algunos escogidos que serán los responsables de volver a poblar la tierra y una pareja de cada especie animal; la eliminación de lo corrupto para que nazca una nueva especie, limpia, sana, que respete la vida y la naturaleza, un hombre que sea un mejor hombre.
En el mito de Amalivacá en lugar de un diluvio es una especie de inundación causada por el rio Orinoco “En cierta ocasión el gran río comenzó a rugir como si de su fondo estallasen los truenos y rayos de una tormenta. Elevó después sus aguas, se desbordó de su cauce”. Al contrario del mito del diluvio universal que es una lluvia enviada por el dios como castigo por las malas acciones del hombre. “En eso sonó la Gran-voz-de-Quien-todo-lo-Hizo: “Cúbrete los oídos”, dijo. Apenas Amaliwak hubo obedecido, retumbó un trueno tan horrísono y prolongado que los animales de la Enorme-Canoa quedaron ensordecidos. Entonces empezó a caer la lluvia”
La construcción del arca donde se salvarán los escogidos por el dios es una similitud entre los diferentes mitos que mencionan el diluvio, Amalivacá la llama canoa, pero es básicamente la embarcación que los salvará de morir ahogados, en el mito de Amalivacá  la pareja de tamanacos se salvan de forma diferente, logran subir a una gran piedra llamada Tepu-mereme, al pasar la lluvia llegó Amalivacá en la canoa, de modo que la embarcación es un elemento importante en las dos historias.
La parte más importante del diluvio es la capacidad de regeneración que le otorga a la tierra, en el mito de Amalivacá, para poder repoblar la tierra él le pide a la pareja que sobrevivió que tomen los frutos de la palma moriche y los lancen sobre sus cabezas. “Y de cada semilla, en cuanto caía al suelo, se iba formando un hombre y una mujer tamanacos, que fueron los padres de las nuevas generaciones”, el fin de la inundación es responsabilidad de Amalivacá que desvía el cauce del rio y hace volver las aguas a su origen.
En el cuento “Los advertidos” mucho más apegado a la historia bíblica, Amalivacá construye la canoa inmensa y salva en ella a su familia, de este modo asegura desde un principio la continuidad de la raza humana, del mismo los otros hombres escogidos, salvan a su familia dentro del arca, pero apegado al mito original deberá Amalivacá lanzar los frutos de la palma moriche para que de la tierra nazcan los nuevos tamanacos,  de la misma forma Deucalión que viene de Grecia deberá lanzar las piedras que él llama huesos de la tierra y así nacerán hombres nuevos, esto se remonta también al mito de Cadmo que para fundar su tierra por el mandato de Atenea planta en la tierra los dientes del dragón y de allí nacen cientos de fieros guerreros.
Otro elemento que es de suma importancia para las historias es el propio Amalivacá o Amaliwak, que en una historia puede ser visto como un dios, salvador de los tamanacos y fundador de la nueva tierra, pero en el cuento es visto como una especie de sacerdote, de mediador entre el dios y los hombres, pues él escucha su voz y cumple sus mandatos.
Se puede observar la divinidad de Amalivacá en el mito, desde el momento en que es visto por la pareja de Tamanacos, “vieron de pronto una extraña canoa que avanzaba por encima del oleaje, manejada por un hombre alto y fuerte, de agudos ojos brillantes por la luz.” Lo describe también como el padre de las gentes que nacerían después.
El mismo Amalivacá será el responsable de rehacer el mundo ayudado por su hermano. Decide cambiar la corriente del río y lo hace solo con su fuerza, mayor que la de ningún ser humano, esto hace pensar aún más que en la figura de Amalivacá hay algo más, algo divino, así que se puede entender a Amalivacá como un dios.
A diferencia del cuento “Los advertidos” Amaliwak es un sacerdote, un enviado por dios que le habla y al que debe obedecer, él se refiere al dios como “La-Gran-Voz-de-Quien-Todo-lo-Hizo” en este cuento Amalivacá es homólogo de otros sacerdotes enviados con los que se consigue, como lo son Noé, Deucalión, el Hombre de Sin y Our-Napishtim, a todos ellos les fue dicho que debían construir un arca para así preservar la vida en la tierra al finalizar el diluvio.
En el cuento, Amaliwak aunque no es visto como un dios, es respetado por todas las tribus y lo escuchan, pues él representa esa forma de comunicación entre la divinidad y la humanidad, lo consideran sabio y le obedecen.

En ambas historias se observa una explicación del diluvio donde la regeneración de la vida corre por la cuenta de un hombre que puede ser un dios o un enviado del dios, que es poderoso y fuerte, digno de la tarea que se le asigna.