El diluvio universal
fue un desastre donde el mundo es destruido por una fuerte lluvia que ocasiona
una inundación, para luego dar paso al resurgimiento de la tierra, la
naturaleza y la humanidad. Este acontecimiento ha sido relatado por diversas
culturas y mitologías a lo largo del tiempo, muchas etnias indígenas lo
explican a través de sus propias historias, entre esas los indios tamanacos con
el “mito de Amalivacá” y Alejo Carpentier le da su propia interpretación con su
cuento “Los advertidos” que se basa en el mito original.
El
diluvio es visto como una forma de renacimiento de la tierra, la destrucción de
todo lo que vive sobre la tierra, a excepción de algunos escogidos que serán
los responsables de volver a poblar la tierra y
una pareja de cada especie animal; la eliminación de lo corrupto para que nazca
una nueva especie, limpia, sana, que respete la vida y la naturaleza, un hombre
que sea un mejor hombre.
En
el mito de Amalivacá en lugar de un diluvio es una especie de inundación
causada por el rio Orinoco “En cierta ocasión el gran río comenzó a rugir como
si de su fondo estallasen los truenos y rayos de una tormenta. Elevó después
sus aguas, se desbordó de su cauce”. Al contrario del mito del diluvio
universal que es una lluvia enviada por el dios como castigo por las malas
acciones del hombre. “En eso sonó la Gran-voz-de-Quien-todo-lo-Hizo: “Cúbrete
los oídos”, dijo. Apenas Amaliwak hubo obedecido, retumbó un trueno tan
horrísono y prolongado que los animales de la Enorme-Canoa quedaron
ensordecidos. Entonces empezó a caer la lluvia”
La
construcción del arca donde se salvarán los escogidos por el dios es una
similitud entre los diferentes mitos que mencionan el diluvio, Amalivacá la
llama canoa, pero es básicamente la embarcación que los salvará de morir
ahogados, en el mito de Amalivacá la
pareja de tamanacos se salvan de forma diferente, logran subir a una gran
piedra llamada Tepu-mereme, al pasar la lluvia llegó Amalivacá en la canoa, de
modo que la embarcación es un elemento importante en las dos historias.
La
parte más importante del diluvio es la capacidad de regeneración que le otorga
a la tierra, en el mito de Amalivacá, para poder repoblar la tierra él le pide
a la pareja que sobrevivió que tomen los frutos de la palma moriche y los
lancen sobre sus cabezas. “Y de cada semilla, en cuanto caía al suelo, se iba
formando un hombre y una mujer tamanacos, que fueron los padres de las nuevas
generaciones”, el fin de la inundación es responsabilidad de Amalivacá que
desvía el cauce del rio y hace volver las aguas a su origen.
En
el cuento “Los advertidos” mucho
más apegado a la historia bíblica, Amalivacá construye la canoa inmensa y salva
en ella a su familia, de este modo asegura desde un principio la continuidad de
la raza humana, del mismo los otros hombres escogidos, salvan a su familia
dentro del arca, pero apegado al mito original deberá Amalivacá lanzar los
frutos de la palma moriche para que de la tierra nazcan los nuevos tamanacos, de la misma forma Deucalión que viene de
Grecia deberá lanzar las piedras que él llama huesos de la tierra y así nacerán
hombres nuevos, esto se remonta también al mito de Cadmo que para fundar su
tierra por el mandato de Atenea planta en la tierra los dientes del dragón y de
allí nacen cientos de fieros guerreros.
Otro
elemento que es de suma importancia para las historias es el propio Amalivacá o
Amaliwak, que en una historia puede ser visto como un dios, salvador de los tamanacos
y fundador de la nueva tierra, pero en el cuento es visto como una especie de
sacerdote, de mediador entre el dios y los hombres, pues él escucha su voz y
cumple sus mandatos.
Se
puede observar la divinidad de Amalivacá en el mito, desde el momento en que es
visto por la pareja de Tamanacos, “vieron de pronto una extraña canoa que
avanzaba por encima del oleaje, manejada por un hombre alto y fuerte, de agudos
ojos brillantes por la luz.” Lo describe también como el padre de las gentes
que nacerían después.
El
mismo Amalivacá será el responsable de rehacer el mundo ayudado por su hermano.
Decide cambiar la corriente del río y lo hace solo con su fuerza, mayor que la
de ningún ser humano, esto hace pensar aún más que en la figura de Amalivacá
hay algo más, algo divino, así que se puede entender a Amalivacá como un dios.
A
diferencia del cuento “Los advertidos” Amaliwak es un sacerdote, un enviado por
dios que le habla y al que debe obedecer, él se refiere al dios como
“La-Gran-Voz-de-Quien-Todo-lo-Hizo” en este cuento Amalivacá es homólogo de
otros sacerdotes enviados con los que se consigue, como lo son Noé, Deucalión, el
Hombre de Sin y Our-Napishtim, a todos ellos les fue dicho que debían construir
un arca para así preservar la vida en la tierra al finalizar el diluvio.
En
el cuento, Amaliwak aunque no es visto como un dios, es respetado por todas las
tribus y lo escuchan, pues él representa esa forma de comunicación entre la
divinidad y la humanidad, lo consideran sabio y le obedecen.
En
ambas historias se observa una explicación del diluvio donde la regeneración de
la vida corre por la cuenta de un hombre que puede ser un dios o un enviado del
dios, que es poderoso y fuerte, digno de la tarea que se le asigna.
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