Escritura Azteca

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martes, 16 de febrero de 2016

Comparación entre el Mito de Amalivacá y Los Advertidos de Alejo Carpentier.

El tema principal en ambos textos es el Diluvio, el cual representa el renacimiento de algo nuevo, libre de malos hombres y donde florecerá una nueva especie.
El aspecto más resaltante en cuanto las semejanzas de ambos textos es la inundación. La inundación que se presenta en el Mito de Amalivacá acaba con la raza humana, dejando con vida solo a un hombre y una mujer que se refugian encima de la roca Tepu-mereme. Luego de esa inundación Amalivacá llega en una barca y le dice a los hombres que deben repoblar nuevamente la tierra, para eso deben agarrar la semilla de la palmera moriche y lanzarlos por encima de sus hombros hacia atrás, de esa semilla nacerá un hombre de raza tamanaco. Hombres fuertes y luchadores.  
En el texto “Los Advertidos”, son varios los que se encargaron de salvar la especie humana, el hombre pequeño de gorro rojo que venia del Reino del Sin, Amaliwak, Noé, Deucalión y Our-Napishtim. Estos cinco hombres eran guiados por sus distintos dioses que le decían qué debían hacer para salvar a los humanos y a los animales. Todos construyeron sus diferentes arcas y algunos alojaron a  las diferentes razas de animales en parejas, pues el diluvio duraría más de veinte días. En este texto, al igual que en el Mito de Amalivacá, también deberán poblar nuevamente la tierra. En este caso, la esposa de Deucalión (Pirra), tomará las piedras, que son los huesos de la tierra y la lanzará por encima de sus hombros y Amaliwak arrojará las semillas de las palmeras.
Después del diluvio, cada uno de los advertidos envió a un animal para ver si había rastro de vida en la tierra.
Ø Amaliwak: arrojó un ratón al agua y al cabo de un tiempo este regresó con un grano de maíz entre las patas. 

Ø Noé: envió a la paloma, y esta regresó con la ramita de olivo en el pico.


Ø Sin: envió  al papagayo y este regresó con la espiga de arroz bajo su ala.

Ø Our-Napishtim: arrojó una paloma, una golondrina y un cuervo. La paloma y la golondrina regresaron sin dar alguna señal, pero el cuervo no regresó, muestra de que encontró algo que comer.
En ambos textos Amalivacá o Amaliwak  es visto como un dios, quien es el salvador de la tierra y padre de los nuevos pobladores, mientras que en el otro texto es representado como una especie de sacerdote que escucha y habla con Dios y a través de él cumple con sus órdenes. 
De esta manera se aprecia el diluvio como símbolo de nueva vida, de eliminar lo malo y comenzar de nuevo.


 Oriana Colmenares

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